La miel de la higuera de Cristóbal Zapata. |
Por Giuliana Catari
Para
hablar de La miel de la higuera es
menester recordar a Octavio Paz: “Erotismo y poesía, el primero es una metáfora
de la sexualidad; la segunda, una erotización del lenguaje”. Este último punto
me permite remasterizar la propuesta del poemario de Zapata.
Cristóbal
Zapata (Cuenca-Ecuador, 1968), es poeta y ensayista, quien después de publicar Baja de noche (2000), No hay nave para Lesbos (2004) y Jardín de Arena (2002), otra vez nos
sumerge en uno de los más grandes elixires de la vida: el erotismo.
La miel de la higuera (Cascahuesos
Editores, 2012) es un poemario cuyos confines más próximos se reflejan en la
esencia de la vida: el origen y las diversas formas del eros. En la primer
parte, “La ronda de los árboles”; los frutos y la vegetación se asumen como
elementos de refugio y creación: Bajo el
follaje de tu falda / mi mano busca el fruto oscuro y fragante / tal una
promesa nocturna […] Chupan mis labios la pulpa encarnada/ hasta embriagarme con
su miel negra, / mi licor secreto, mi jarabe eficaz.
De
otro lado, el poema “Corpus Delicti”, asoma matices de ascetismo en el deseo: Este es el cuerpo del amor, dichosos los
llamados a su cena.
Sin
embargo, “Una paz erótica” conlleva lo sublime del origen de la vida y el
placer de narrar esa historia, es decir, un estado de letargo: Si pudiera empezar todo de nuevo / (otra
vez, como al principio) / por los hombros y los brazos de una mujer / y
siguiéramos bajando por la noche de la historia / hacia el día de ese cuerpo /
volveríamos a encontrarnos con la vida […] sin permitir que nada la enturbie,
ni la hiera / […] porque entre sus piernas temblaría de deseo / el presente.
Ya
en “Tributos”, los poemas “El apagón” y “La carne y el espectro de Marilyn
Monroe”, mencionan dos enigmas de belleza. El primero referido a Amy Wine
House, como belleza sutil y de lenguaje: tú
eras una belleza para paladear, para deletrear sílaba a sílaba, como tu nombre
(aperitivo hecho de verdades sustanciales / de peligrosos sustantivos) / A-My
Wine-House, belleza vocal, bucal. Mientras que la figura de Marilyn Monroe
aparece excéntrica y refulgente. Una
expresión efímera del deseo y belleza: […] ella era un fiord: un golfo estrecho
y profundo, / una depresión, una abertura.
“Voces
en off” reúne un tributo a Ernesto López y Armando Reverón, el poema referido a
este último es el que mejor resuelve la relación de belleza, arte y erotismo.
Así, en Armando Reverón en el Castillete: Todo
es artificio y ensayo. / Cabe experimentar con la vida / para experimentar con
eficacia/ en el arte.
Sin
duda, la poética de Zapata es rebosante en el discurso de la comunión de los
cuerpos, la trascendencia de ese encuentro cotidiano y no tan cotidiano entre
la palabra y la carne, la erotización de ese lenguaje, sin necesidad de
recurrir a lo visceral. Una metáfora del fruto y el hombre, donde la seducción
de la poesía no abarca más espacio que en el de Una fábula: (El monte de Venus)
el origen del mundo y por qué no de la vida y del deseo.
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