El Borromini de Bellasi visto por Ana Segarra en la traducción de nuestra escritora Teresa Ruiz Rosas
El año pasado tuvimos la gran alegría de publicar en nuestro sello Surnumérica nuestra segunda traducción realizada por nuestra estupenda autora Teresa Ruiz Rosas: Borromini o el alma del Barroco del desaparecido escritor suizo Andreas Bellasi (la primera fue Nadie nos mira del portugués José Luís Peixoto). Este año, esa gran novela volvió a aparecer en España (bajo el título de Borromini: una novela biográfica) y nos encanta que esté teniendo muy buena acogida. Aquí un fragmento de la lectura que hace Ana Segarra en su blog:
«Bellasi decide contarnos la historia de Borromini centrándose no solamente en él sino también en algunas de las personas que lo rodearon y que hicieron que su camino fuera posible. Solo de esta manera se puede llegar a entender la obra de alguien en particular, conociendo todo su entorno y el por qué de los motivos de su manera de pensar. Porque aquí está la clave: todos los artistas tienen algo que quieren transmitir al mundo y lo quieren hacer de una forma en particular. No es algo que surja del azar, de la bienaventuranza y la desidia, sino que hay un mensaje, por pequeño que sea, detrás de cada acto que realizan. Y eso tiene un motivo detrás que, normalmente, es muy interesante analizar y tener en cuenta a la hora de ponernos delante de una obra. Por ello, Andreas Bellasi se toma la molestia de darnos esta biografía de uno de los grandes, para que podamos comprender cómo fue su vida y cuál fue el motivo de su obra.
Por supuesto, nada de esto sería posible sin el trabajo de Teresa Ruiz Rosas, la encargada de traducir este libro y la encargada de que ahora mismo esté entre mis manos. A veces se nos olvida que los traductores son unos grandes artistas y que merecen mucho más mérito del que les solemos dar. Además, aquí hay un extra que añadir y es que el autor Andreas Bellasi no se conforma con darnos una biografía sin más, sino que su libro es también una obra narrativa, con sus recursos intrincados que hay que respetar y que hace más laboriosa la tarea de la traducción».
Leer la nota completa de Ana aquí.
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